
Algo de Maitei
Después de ser carpintero, constructor, luthier, actor, mochilero de varios continentes, llegué a la Argentina – por necesidad enseñé mi lengua y el buscar otras formas de compartir, me llevó al canto, teatro, el lenguaje del cuerpo, comunicación y salud…
Hace más de 10 años que se impusieron propuestas esenciales como el Pachakutic (Tiempos de cambio), el Buen vivir, la recuperación de valores ancestrales que cambiaron mi visión en artes, educación, terapias y salud, comunicación… Necesité de estar presente a nivel social, descubrí el acompañamiento en la cárcel, desmanicomialización, participé de asambleas de pueblos originarios y ambientales y finalmente surgieron 2 grandes propuestas: Agricultura orgánica y regenerativa – Transición.
Me volví filósofo, comunicador, observador de nuestros encuentros. Se volvió imprescindible compartir el un buen vivir, indagar sobre el ritual de la asamblea – donde se reúnen los agentes de cambio, los guardianes del bien-común.
Se aprende a OBSERVAR, ANALIZAR, DISEÑAR y PROYECTAR – nadie cambia o sana en lo profundo si no comprende lo que le sucede y es consciente de los desafíos de su tiempo – las personas, los espacios, los grupos se deben de reconsiderar sus estrategias para darle la fuerza que merecen a sus proyectos.
Menudo desafío, el sintetizar en pocas palabras tantas experiencias y proyectos; después de ser carpintero, constructor, luthier, secretario, mochilero de varios continentes, llegué a la Argentina, por pura necesidad enseñé mi lengua, sorprendentemente me llevó al canto, teatro, el lenguaje del cuerpo, comunicación y salud… Hace más de 10 años que mis actividades se orientaron hacia el bien-estar, la salud, la comunicación y la recuperación de valores ancestrales. Necesité de estar presente a nivel social: acompañamiento en la cárcel, anti-psiquiatría y desmanicomialización, sanación de vínculos, participación de asambleas de pueblos originarios y ambientales, permacultura y finalmente Agricultura orgánica y Transición.
Cuanto más avanzaba, más imprescindible se hicieron nuevas herramientas para un buen vivir, en particular el sentido-común de la sabiduría ancestral y el valor de la asamblea como guardián del bien-común. Aprendimos a OBSERVAR y ANALIZAR – nadie cambia o sana en lo profundo si no comprende lo que le sucede y es el comprender que le permitirá elaborar en conciencia su propia estrategia – las personas, los espacios, los grupos se deben de reconsiderar sus estrategias para darle la fuerza que merecen sus proyectos.
En este espacio quisiera compartir experiencias, observaciones, herramientas y propuestas para todos estos movimientos que están naciendo.
A la distancia, sorprende mucho observar cuan similar son los desafíos de estos 2 proyectos, laboratorios: Antropología del Arte / Semillas de Cambio para salvar la Tierra